Too Much Sushi

El sábado en la noche fuimos a probar los "palitos libres" del Too Much Japanese Sushi que queda en bellas artes. Los palitos libres son basicamente todo lo que puedas comer de sushi hasta que te aburras, a lo que yo dije "Challenge Accepted!", siendo una loca fanática del sushi, cual niña quinceañera grita por Justin Bieber, esa soy yo, pero por los exquisitos rolls japoneses. Esta modalidad de tenedor libre sale $6.490 por persona y no incluye bebestibles ni nada extra, sólo rondas infinitas de rolls. Aparte de pedir esto ordenamos un par de tragos, algo tradicional y algo exótico, para probar. Nuestra orden fue un Tequila Sunrise y un Wasabi Sour.

En cuanto a los tragos... mmmm la verdad no me gustaron mucho. El Wasabi Sour ($1.800) era un overrated Pisco Sour, pero verde, muuuuuuy ácido, casi intomable por mi que soy un poco alérgica al limón, sólo en pequeños sorbos.
El Tequila Sunrise ($3.100) para empezar era demasiado caro para el tamaño y sabor del trago. Hubo todo un drama con el jugo de naranja, que primero me dijeron que no tenían por lo que no podían servirme ese trago, a lo cual después corrigieron y dijeron que sí tenían para que al final resultara que o se les olvidó o realmente no tenían jugo de naranja. Lo peor de todo esto es que quisieron compensar la falta de jugo con más granadina, resultando en un trago demasiado dulce para poner en palabras, sin el ácido de la naranja y cabezón. Totalmente no recomendado este trago.

Ok, volviendo a los rolls. Servían 5 variedades distintas de rolls en cada porción de 6 piezas cada porción. Me sorprendió gratamente el darme cuenta que también incluían rolls calientes en los platos, pero después me di cuenta que tal vez esta era una estrategia para poder hacer rendir los rolls que estaban muy fríos. Me tocaron algunos que se notaba que habían salido recién del refrigerador porque estaban duros, helados y mojados. Not good, pero el hacerlos tempura era una buena solución.

En total, hubieron varias cosas que me gustaron y muchas que no, como el que había que constantemente pedir más wasabi, que tampoco era muy bueno y siempre nos daban un poquitito (y yo devoro wasabi como si fuera palta). La atención fue buena, se equivocaron en el vuelto de la cuenta (2 veces), por lo que si hubiera pedido otra ronda de tragos, no me hubiera percatado. Pero supieron resolver la situación.
Los tragos, malos, los rolls... mmmm no muy buenos, pero igual volvería sólo para poder comer cantidades industriales de sushi hasta no poder más e irme rodando de vuelta a la casa con una inmensa sonrisa en la cara.